10 diciembre 2010

Me encanta pintar!

Me cuenta mi madre que cuando era un niño muy pequeño y lloraba en la cuna, ella hacía una bola con papeles de colores y yo jugaba con pies y manos con aquella esfera de sensaciones visuales y me olvidaba de llorar. A los 10 años me costaba concentrarme en los estudios, mu gustaba pintar y pintar y pintar... Maruja y Lorenzo de la papelería Muñoz en la calle Cádiz, amigos de mis padres, me regalaron unos lápices acuarelables magníficos. A los 15 años compré mis primeros óleos y lienzos. La profesora de dibujo me obligó a dibujar todas las láminas del curso antes de iniciarme en el óleo. Las dibujé todas en una semana y empecé a pintar.
En los primeros años 70 comencé a exponer en la Plaza de Santa Cruz. Allí sacaba una parte significativa de los recursos necesarios para autofinanciarme y estudiar. El profesor Ángel San Vicente me permitió exponer por primera vez en la Facultad de Filosofía y Letras. Mis amigos me llamaban "Francesco fa presto" porque tenía éxito en los concursos de pintura rápida.

Las figuras femeninas, muy líricas, aparecían entre planos traslúcidos. Buscaba la luz y la síntesis. Un ejemplo es este óleo de formato bastante grande  (80 F) que titulé "Clara".
Discutíamos entre el valor de lo representado y las cualidades pictóricas del ejercicio, entre lo abstracto y lo figurativo. Así salió este "Desnudo" resumido en unos planos velados que bien pudieran ser una compasición abstracta.

 Los planos semitransparentes se fueron rasgando y diluyendo. Los azules y las veladuras me encantaban.
Poco a poco las figuras se fueron simplificando y apareciendo trazos enérgicos, a la vez que la paleta se enriquecía y aparecían tonos cálidos.

(CONTINUARÁ)

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