El estiaje me ha permitido recorrer el cauce en un tramo de varios kilómetros el el valle de Canfranc. El agua ocupa una pequeña parte del lecho relleno de grandes bloques y cantos rodados. Sólo ocasionalmente aflora el sustrato del "flysh" con su característico aspecto de hojaldre. En el tramo próximo a Castiello me llama mucho la atención el descomunal tamaño de los bloques que alcanzan hasta 2 m en el eje mayor. Es imposible que el agua de este río, incluso en las fuertes crecidas, mueva tales volúmenes. Algo especial debe ocurrir. Mañana trataré de descubrir qué pasa aquí.
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