27 febrero 2010

Sobre el desmontaje del Splash

El Splash desde la parrilla superior que lo sostenía en la Torre del Agua.


El Splash se concibió más como una intervención artística efímera que duraría lo mismo que la Exposición. Se trajo en piezas y se montó en el interior de la Torre. Desde el principio se pensó en desmontarla tras la muestra y prueba de ello es que en el presupuesto de la construcción estaba también el desmontaje. La pieza tuvo un extraordinario éxito y se indultó. La sociedad Expoagua y más tarde Expo Zaragoza Empresarial han buscado la forma de mantenerla "in situ" o emplazarla en un lugar adecuado.

El desarrollo de las obras de reconversión de la Torre del Agua ha obligado el desmontaje del Splash. La obra se ha realizado conforme al protocolo establecido desde el inicio y por la misma empresa que lo construyó y lo podrá montar de nuevo en el lugar y en momento que se considere oportuno.

No hay "mutilaciones" ni "barbarie" ni "muerte del legado". Para tranquilidad de todos, el Splash se ha desmontado como estaba previsto, está protegido y espero que con el impulso positivo de todos se pueda montar de nuevo en Zaragoza.
Las piezas se ensamblarán siguiendo el mismo procedimiento del montaje inicial en la Torre del Agua y se restaurará el acabado metalizado exterior como se hizo la primera vez.


La revolución azul

La Noria Siria eleva el agua 16 m impulsada por el caudal de una acequia. Los saberes milenarios se relacionan con los avances tecnológicos contemporáneos.



Expo Zaragoza 2008: Una mirada inteligente, sensible e intencionada sobre una de los grandes desafíos de la Humanidad: El agua como fundamento de la vida y recurso único para el desarrollo humano, desde el compromiso ético de la sostenibilidad y el reto de la innovación.

El planeta Tierra por su singularidad bien merecería llamarse planeta Agua o planeta Vida. El agua determina el ámbito de la vida. Está en la atmósfera como componente del aire y las nubes, impregna las rocas y suelos, discurre y se reserva en la superficie terrestre, es parte esencial de los seres vivos, interviene en todos los procesos de la dinámica de la envoltura de la vida. Donde no hay agua no hay vida.

Durante millones de años, desde mucho antes de la aparición del ser humano, la misma agua ha sido hielo glaciar, nieve, nube, aire, río, lago, mar, océano, árbol, hierba, animal… en un ciclo permanente que se regenera animado por la energía del sol y la geodinámica terrestre.

El ser humano, el recién llegado de la historia natural del planeta, ha usado el agua desde siempre para satisfacer sus necesidades y deseos. La sed ha sido el motor de avances culturales extraordinarios. La necesidad de agua para beber, producir, disolver o evacuar desechos ha estimulado la inteligencia humana y ha obligado a realizar esfuerzos extraordinarios, exigiendo la organización de los trabajos y la estructuración de las sociedades. Las distintas civilizaciones han dejado significativos testimonios de sus logros frente a los desafíos del agua en cada momento histórico: códigos y normas jurídicas, obras de ingeniería hidráulica, paisajes y territorios ordenados en función del agua, ritos y fiestas que celebran el devenir cíclico de la vida.

En el siglo XXI, el desafío del agua se renueva. El incremento de la población mundial que necesita más agua y más alimentos, el aumento del consumo –y del despilfarro- de las sociedades llamadas civilizadas, la ineficacia de sistemas obsoletos o deficientes, el desequilibrio entre la oferta y la demanda del recurso en numerosas partes del mundo, la degradación de los sistemas hídricos y la correspondiente mengua de la capacidad de regeneración de los recursos de agua disponible y apta para el desarrollo humano, y el cambio climático que acelera y agudiza la crisis ambiental, obligan a las sociedades contemporáneas a repensar sus ideas y comportamientos. La proyección de las tendencias actuales hacia el futuro pronostican malos presagios: guerras por el agua, migraciones masivas y repentinas conforme al ritmo de los tiempos, agudización de las desigualdades y muerte para millones de seres humanos.

Una vez más, como se ha hecho a lo largo de la historia, es preciso afrontar nuevos e inéditos retos, pero esta vez a escala planetaria.

La comunidad internacional, consciente de la gravedad de los desajustes del sistema vital humano, ha definido claramente los Objetivos del Milenio. El agua impregna y está presente de una forma u otra en cada uno de ellos. El acceso al agua potable es un derecho fundamental de todo ser humano y el saneamiento está profundamente ligado a su dignidad. La lucha contra el hambre resulta imposible sin tener en cuenta los recursos hídricos necesarios para la producción de alimentos. La salud está fuertemente comprometida sin acceso al agua limpia y suficiente. La educación y la igualdad no será posible para millones de niñas que dedican gran parte de su tiempo a buscar y transportar el agua imprescindible.
 
(Texto extraido de Pellicer, F. 2008, Catálogo General de la Exposición Internacional Zaragoza 2008, La revolución Azul, TURNER, 28-31)

25 febrero 2010

Los proyectos de ciudad requieren la adopción de sistemas de pensamiento globales y complejos.

Los proyectos de ciudad requieren la adopción de sistemas de pensamiento globales y complejos.
Muchas disfunciones urbanas tienen su raíz en desajustes en el complejo sistema de interacciones de elementos y factores del medio natural, social, cultural, económico y político.
Para comprender la ciudad  es preciso dar un salto cualitativo fundamental: recurrir a las leyes que regulan el caos, conocer la ciudad en sus manifestaciones desordenadas, en sus más escondidas intenciones, en las múltiples superestructuras artificiales.
La dificultad del análisis de la ciudad se acentúa todavía más en la práctica, cuando a los compartimentos estancos del conocimiento y a la lucha gremial se suman la segregación y dispersión de competencias administrativas de los distintos organismos institucionales.
En conclusión, es preciso abrir el estrecho marco de cada profesión a otros planteamientos, aprender a analizar sistemas complejos y de comportamientos caóticos y no solamente relaciones causales. Hay que tomar conciencia de la magnitud y complejidad del fenómeno urbano y romper con el desinterés provocado por la inflacción de mensajes unívocos.

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (6). Del proyecto a la ejecución de Expo Zaragoza 2008.

La complejidad de la construcción puede llegar a enmascarar la complejidad, muy superior, de del programa real que integraba construcción, cantenidos expositivos, programación de espectáculos, seguridad, comunicación, promoción, tiketing, restauración y servicios, servicio de puertas, publicaciones, intervenciones artísticas, control medioambiental... con 20 días de lluvia en mayo de 2008, crecidas del río, huelga de transporte....



Para empezar, hubo que crear una sociedad estatal, una empresa pública sometida a procedimientos reglados y con capacidad y agilidad para acometer los grandes proyectos y hacerlos realidad. Hubo que ajustar los presupuestos, convenir los compromisos y cargas entre las instituciones, establecer los necesarios procedimientos de coordinación y control de la compleja operación, reclutar profesionales capaces de las más diversas formaciones, crear una cultura de empresa.

El Gobierno de España, a quién corresponde la responsabilidad de la organización de la Exposición, decidió crear el 18 de febrero de 2005 la Sociedad Estatal “Expoagua Zaragoza 2008”, con objeto de gestionar, promover, organizar y operar la Exposición Internacional de Zaragoza. Expoagua es una Sociedad Anónima constituida por la Administración General del Estado (70% del accionariado), el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Aragón (15% del accionariado) y el Ayuntamiento de Zaragoza (15% del accionariado). La Sociedad está presidida por Roque Gistau Gistau, y regida por un Consejo de Administración, cuenta además con tres Direcciones Generales: Operaciones y Contenidos (Jerónimo Blasco Jáuregui), Construcción (Eduardo Ruiz de Temiño) y Recursos y Medios (José Luis Murillo Collado).

A su vez, el Gobierno de España nombró como Comisario de la Exposición a Emilio Fernández Castaño Díaz Caneja, a quien corresponde la representación directa del Gobierno de España ejerciendo las funciones encomendadas por el Bureau Internacional des Expositions.

Además, se reavivó el Consorcio Zaragoza Expo 2008, integrado por todas las administraciones, con el objeto de coordinar todas las acciones del Plan de Acompañamiento de la Expo Zaragoza 2008. Es decir, el Consorcio se ocupa de hacer el seguimiento de un amplio programa de obras que desarrolla cada una de las administraciones en función de sus competencias y acuerdos. Se establece, por tanto, una distinción entre las actuaciones propias de la exposición y aquellas que son necesarias para la dotar a la ciudad de infraestructuras y equipamientos, independiente de la celebración de la Expo. Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, preside el Consorcio.

En los primeros meses de 2005, en paralelo con la gestión para la constitución de la nueva sociedad estatal Expoagua Zaragoza 2008 S.A., se convocaron el resto de concursos de arquitectura, se redactó la Modificación Aislada del Plan General de Ordenación Urbana y se tramitó el Estudio de Impacto Ambiental de la Expo 2008, al objeto de posibilitar la obtención de la totalidad de los terrenos en el meandro, de las preceptivas licencias de urbanización y edificación, y el inicio de las obras en el menor plazo posible. La coordinación con el Ayuntamiento resultó crucial, así como el arbitrio de nuevas figuras de tramitación y gestión de los expedientes Expo, como la constitución de la Unidad de Licencias Expo y la firma de convenios específicos con todos los Colegios profesionales implicados.

La redacción de los proyectos de arquitectura hubo de realizarse con diligencia, tomando como partida los planteamientos del Plan Director. Las obras proyectadas son ambiciosas y plantean todas ellas retos estructurales muy considerables. Mientras todo esto se lleva a cabo, una tensa calma se apodera de los terrenos de Ranillas y se despierta el fantasma de todos los grandes proyectos con fecha fija: ¿vamos a llegar?.

El 14 de diciembre de 2005, un año después de la ceremonia de París y cuando sólo quedan dos años y medio para la inauguración de la Expo, comienzan las obras de Expoagua en el meandro de Ranillas, aunque la urbanización de la Ronda del Rabal y del Puente del Tercer Milenio ya se habían iniciado meses antes, impulsadas por el Ayuntamiento de Zaragoza y por la Sociedad Zaragoza Alta Velocidad 2002 S.A. respectivamente.

Seis meses más tarde, el 14 de junio de 2006 se inaugura el Centro de Visitantes de la Exposición. La Sociedad Expoagua Zaragoza 2008 S.A. ya ha puesto en marcha todas las obras de los edificios y espacios más representativos. A la vez se trabaja intensamente en la definición de los contenidos de las exposiciones y en el programa cultural que deben sorprender al visitante y deben mostrar un alto grado de excelencia del evento.

En todos los casos, la redacción del proyecto ha estado inmersa en una relación intensa entre los equipos redactores y la propia Sociedad, por diferentes motivos. Por un lado, se trata de edificios y programas de necesidades muy singulares, que en la mayoría de los casos deben satisfacer dos condiciones temporales: la utilización Expo y sus adaptación posterior a un uso Post-Expo.

Por otro lado, el tiempo para concebir y madurar estos proyectos es muy escaso, dado el plazo necesario para la construcción de los edificios, por lo que se apuesta en todos los casos por un sistema de fast-track, que, al subdividir los proyectos en varias fases, permite iniciar las obras según éstas se van completando. Una complejidad adicional viene dada por la condición de interrelación entre edificios, ya que la urbanización del recinto resuelve sus cotas, transiciones, etc., en función de las soluciones arquitectónicas de los pabellones, ya que el Plan Director no prevé un proyecto de calles y espacio urbano previo, como se haría en un planteamiento tradicional. Ello requiere una labor de continua coordinación y corrección en su caso de los proyectos.

Todo ello representa un laborioso y complejo sistema de coordinación entre las direcciones generales de construcción y contenidos y operaciones con procedimientos rigurosos y flexibles para responder a las numerosas incertidumbres que surgen en el acelerado y complejo proceso de preparar y operar una exposición internacional en la que más de un centenar de países soberanos son los protagonistas indiscutibles. En la tarea han participado con diferentes responsabilidades, además del presidente y los directores generales, un equipo de personas entregadas que no han mirado al reloj durante su trabajo pero sí el calendario que inexorable impuesto sus obligaciones.

23 febrero 2010

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (5) De la idea al proyecto de Expo Zaragoza 2008.

Miguel Ángel Berna encarna el "esfuerzo de todos", lema que acompañó a la candidatura de Expo Zaragoza 2008. La fuerza, la belleza, la armonía nos hace grandes ante los ojos del mundo.

Establecidos los acuerdos políticos y con una población más expectante que convencida, en el año 2000 se inicia el proceso de crear los instrumentos de gestión, desarrollar el proyecto de la candidatura y convencer a los votantes de las excelencias de la candidatura de Zaragoza.

El Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Ebro inician todos los proyectos de los diferentes tramos de las riberas tanto del Ebro, así como de los ríos Gállego, Huerva y el Canal Imperial de Aragón.

El 28 de julio de 2000 se constituyó el Consorcio pro Expo 2008 bajo la presidencia del alcalde José Atarés. Los acuerdos se tomaban en el Consejo Rector, integrado por representantes de las instituciones aragonesas y la Asociación Cultural Pro Expo Zaragoza 2008. La oficina técnica estuvo dirigida en la fase inicial por el gerente Angel Val y contó con la coordinación técnica de Carlos Miret, correspondiendo a Ricardo Martín Tezanos la responsabilidad de la comunicación. En esta fase se confeccionó el primer Avance de la Candidatura que fue aprobado por el Consejo de Ministros el 20 de octubre de 2000, y presentado ante el B.I.E. en diciembre de 2000.

Alcanzado este punto, la Asociación Cultural, una vez conseguido su objetivo y creado un importante instrumento de gestión, cedió el protagonismo al Consorcio como institución competente para dirigir el proyecto, se descapitalizó con la pérdida de algunos de sus componentes más dinámicos y se colocó en un discreto plano testimonial.

Poco después, en julio de 2001, la coordinación técnica es asumida por Francisco Pellicer. Bajo su dirección se desarrolló un importante proceso de participación social y el conjunto de estudios que dieron soporte técnico a la candidatura hasta la designación de Zaragoza como sede de la Exposición de 2008.

En septiembre concluyó el estudio de alternativas de ubicación para la Exposición, desarrollado por IDOM Zaragoza y GEMAP, que despejó definitivamente el debate planteado sobre otros posibles emplazamientos. Las razones del emplazamiento en el Meandro de Ranillas resultaron evidentes: disponibilidad de espacio, fácil accesibilidad interna y externa, coherencia con el tema, valor estratégico en la estructura urbanística, condiciones de paisaje abierto y de calidad, vocación urbana del lugar y potencial simbólico. Desde el primer momento, los organizadores de Expo Zaragoza 2008 procuraron establecer una relación natural y evidente entre el lugar y el tema. El emplazamiento obedece a la voluntad de reencuentro de Zaragoza con sus ríos y la confirmación de la ciudad como hija y capital del agua. Expo 2008 se convierte así en el motor de un proyecto urbanístico que se extenderá mucho más allá del recinto a través de la malla azul y verde de los ríos Ebro, Gállego y Huerva, el Canal Imperial de Aragón y los parques lineales de sus riberas.

En todo momento el Consorcio quiso que la población estuviera implicada en la definición de la candidatura y abrió un amplio proceso de participación ciudadana. Al efecto, se diseñó un procedimiento que garantizase la representación efectiva de la población civil y el flujo transparente e interactivo de la información generada. En primer lugar, se procuró la representación a través de instituciones públicas, colegios profesionales, sindicatos, medios de comunicación, centros de enseñanza e investigación y asociaciones diversas. Más de cien representantes, nombrados o elegidos por sus correspondientes entes sociales, intervinieron en grupos de trabajo relativamente reducidos (entre 10 y 15 personas) para tratar áreas temáticas específicas.

La función primordial de los grupos de trabajo consistió en proporcionar criterios con los que redactar los pliegos de condiciones técnicas de los proyectos que saldrían a concurso entre empresas especializadas y con los que el Consorcio pudiera tomar decisiones políticas. La lectura de las conclusiones de los grupos de trabajo sorprende hoy, concluida Expo Zaragoza 2008. Decisiones como la adquisición de los suelos de la totalidad del meandro, la determinación de la Torre del Agua y el Pabellón-Puente como edificios singulares y emblemáticos de la muestra, la adopción de medidas ambientales, la definición e inventario del sistema de infraestructuras necesarias, la búsqueda de continuidad en el patrimonio arquitectónico y urbanístico generados o la definición de los rasgos fundamentales del programa temático y cultural fueron esbozados con claridad en la temprana fase de participación social. En consecuencia, desde entonces un gran número de ciudadanos se siente artífice y protagonista de un proyecto colectivo y propio. Expo Zaragoza 2008 fue desde ese momento, y lo ha seguido siendo a lo largo de estos años, un “proyecto de todos”. Aquí radica en buena medida el secreto del apoyo social de la candidatura. No fue un milagro, sino un proceso largo y trabajado con inteligencia, ilusión y generosidad.

Tomando como base el documento de conclusiones de los grupos de trabajo, el Consorcio convocó en julio de 2002 un concurso para la redacción del Plan de la Candidatura, que se adjudicó a Grupo Experiencia. La ordenación urbanística del recinto en el Plan Director plantea una exposición organizada en cuatro niveles o terrazas sobre el río: el nivel de las plazas temáticas y el falso sótano a cota natural del terreno que actuará como centro logístico, el nivel de las calles a cota de la Ronda del Rabal, el nivel superior de balcones y pasarelas, y un nivel cimero correspondiente a la cubierta, un espacio ajardinado que integra y da sombra a todos los pabellones. En el lado oeste, este nivel también integra, mediante una cubierta continua, los volúmenes del pabellón-puente, el Palacio de Congresos y la Torre del Agua. El proyecto, rotundo y coherente en sus rasgos esenciales, es bien acogido.

A mediados de 2003 ocupó la gerencia Jerónimo Blasco y el Consorcio dio paso a la creación de la Sociedad Zaragoza Expo 2008, procurando el impulso necesario al proyecto de la candidatura. Se incorporan también José Manuel Paz Agüeras como embajador en misión especial y la diplomática María Blanco Vázquez de Prada.

El trepidante ritmo de trabajo impuesto por Jerónimo Blasco da sus frutos y Zaragoza convence y retoma el liderazgo respecto a las candidaturas de Trieste (Italia) y Tesalónica (Grecia).

Los miembros de la Misión de Encuesta posan sonrientes con el equipo técnico de Expo Zaragoza 2008 después de una extenuante semana de trabajo.

En mayo de 2004 España y Zaragoza reciben la Misión de Encuesta que ha de valorar el grado de excelencia del proyecto conforme a un guión preestablecido. Al efecto se diseña un cuidado programa de actividades. Los miembros de la Misión se entrevistan con el Rey, con el presidente y altos cargos del Gobierno de España, con el presidente del Gobierno de Aragón y con el alcalde de Zaragoza, con agentes económicos y sociales, con representantes de la cultura y con los grupos críticos o en contra de la Exposición.

Superada la prueba, José Manuel Paz Agüeras, María Blanco, Jerónimo Blasco y Juan Correas recorren todo el mundo en varias ocasiones para conseguir el voto para la candidatura de España (Zaragoza), en reñido duelo con Italia (Trieste) y Grecia (Tesalónica). Una intensa campaña diplomática se desarrolla desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y su majestad el Rey se implica aprovechando las enormes simpatías que provoca en numerosos países.

El trabajo realizado en la fase de candidatura, hasta la presentación definitiva en diciembre de 2004, resultó en ocasiones heroico, ya que el trabajo técnico, político y diplomático de las tres ciudades competidoras fue muy intenso en la recta final. En esta situación, la actuación de adquisición de suelo por parte del Ayuntamiento de Zaragoza fue determinante: una apuesta clave con visión de futuro, que lejos de limitarse a la compra de las 25 hectáreas del recinto de la Exposición optó por la compra de la totalidad del meandro.

 La presentación del proyecto Expo Zaragoza 2014 rompe moldes en la Asamblea del BIE. Los Comediants interpretan el guión conceptual de la Expo y convierten las ideas en emociones.

Anticipándose a la eventual decisión de la Asamblea del BIE que había de decidir sobre la sede de la Expo 2008, en el segundo semestre de 2004 se convocaron los concursos más importantes: urbanización general y edificio soporte, Torre del Agua y Parque del Agua. Pocos días antes de la cita en Paris se adjudicó el concurso de la Torre del Agua que ganaron el arquitecto Enrique de Teresa y el ingeniero Julio Martínez Calzón. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Confederación Hidrográfica del Ebro habían acometido la redacción de los proyectos de urbanización correspondientes a los tramos del Plan de Riberas, y el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón habían puesto en marcha el ambicioso programa de infraestructuras que se desarrollarán para la muestra internacional pero que, sobre todo, dejarán equipada a la ciudad para que pueda desarrollar toda su capacidad y asumir y emprender nuevos desafíos en un futuro a corto y medio plazo.

El apoyo institucional quedó bien patente en el discurso de la Vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega

En la última y decisiva presentación de la candidatura el 16 de diciembre de 2004, ante la Asamblea general del Bureau Internacional des Exhibitions (B.I.E.), Zaragoza muestra cómo, consciente de los estrechos márgenes temporales para la realización de los trabajos preparatorios de la muestra y convencida de su triunfo, ha sabido anticiparse. La firmeza de la apuesta, el interés del tema, el apoyo incondicional político y ciudadano, la coherencia del Plan Director y del programa cultural, la frescura, creatividad y alegría que se transmite en la presentación ante la Asamblea convencen, pero la clave del éxito reside, sin duda, en la inteligente campaña de promoción internacional llevada a cabo.

El Presidente del BIE, J. Wu, pronuncia: El país ganador es España, la ciudad Zaragoza.

Finalmente, la ciudad de Zaragoza resulta designada como sede de la Exposición Internacional de 2008. De nuevo empieza otra cuenta atrás y comienza la frenética carrera de preparar una Exposición Internacional en el tiempo record de tres años y medio.

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (4): La idea de la Expo Zaragoza 2008 entra de lleno en la escena política

eL candidato Juan Alberto Belloch presenta por primera vez el proyecto de la Expo Zaragoza 2008 como motor de transformaciones urbanísticas y recuperación de las riberas del Ebro. 30 de abril de 1999
(Foto HA)

En las elecciones municipales de 1999 todos los partidos políticos plantean de una forma u otra la celebración de la efemérides del bicentenario de Los Sitios y el centenario de la Exposición Hispano-Francesa. El candidato socialista a la alcaldía de Zaragoza, el ex ministro Juan Alberto Belloch, se rodea de un nutrido grupo de agentes sociales y culturales de la ciudad a los que solicita colaboración para desarrollar un proyecto de ciudad acorde con los nuevos tiempos. Las iniciativas surgen en una tormenta de ideas con una inusitada fuerza alentadas por el entusiasmo del candidato que las ayuda a aflorar, las somete a discusión, las analiza, las jerarquiza y estructura en una estrategia de ciudad. Muy pronto se definen las líneas maestras de un proyecto que integra la recuperación de las riberas de los ríos en la ciudad, la celebración de una Exposición Internacional como motor de procesos urbanos y el desarrollo de los barrios buscando el equilibrio social.

En coherencia con la idea expresada en 2006, Jerónimo Blasco que coordina la campaña, aprovecha sus contactos con los responsables de los eventos de Barcelona (Juegos Olímpicos de 1992 y frustrada Exposición Internacional de 2004) y establece las primeras relaciones con el Bureau Internacional des Expositions (B.I.E.) con sede en Paris y verifica la viabilidad de una Exposición Internacional en Zaragoza en 2008. Mientras tanto, Pablo Rico y Carlos Miret presentan al candidato una primera propuesta de Exposición Internacional muy ligada a la celebración del bicentenario de Los Sitios con el tema “El renacimiento de las ciudades tras las catástrofes”.

En la oficina del candidato se reelabora y enriquece la propuesta con nuevas aportaciones de otros técnicos zaragozanos y se completa con el plan de actuación integral en el río Ebro. Bajo el lema “Ciudades para el s XXI” se platean dos temas centrales: el renacimiento de las ciudades y las ciudades y los ríos.

Así mismo se mantienen discusiones sobre el lugar más apropiado. Todos coinciden en la necesidad de potenciar el corredor del Ebro con nuevos equipamientos. Finalmente se impone la localización en el Meandro de Ranillas con el objetivo de crear un nuevo polo de centralidad urbana en la margen izquierda. Es la oportunidad de una intervención urbanística de gran calado sin dar la espalda al Ebro y orientando sus fachadas principales hacia el sol y al río.

La propuesta de celebrar una Exposición Internacional y recuperar las riberas del Ebro adquiere tal fuerza que flota sobre los avatares políticos. Juan Alberto Belloch llega a un pacto con la nueva alcaldesa Luisa Fernanda Rudi por el que ambos impulsarán la traída de agua del Pirineo y la Expo Internacional.

Tras los primeros contactos con el B.I.E. se define el tema “Agua y Desarrollo Sostenible de las ciudades” por su alto interés internacional y profunda significación cultural en la comunidad anfitriona. La Asociación Cultural para la Promoción de la ciudad de Zaragoza como sede de la Exposición Internacional del año 2008 jugará un decisivo papel en la búsqueda de consensos que culmina en la creación en julio de 2000 del Consorcio pro Expo Zaragoza 2008. El Consorcio nace en acto de generosidad política sin precedentes en Aragón que, sumado al creciente apoyo popular, se convertirá en la clave del éxito de la candidatura. El proyecto fue desde entonces y lo ha seguido siendo a lo largo de estos años un “proyecto de todos”: de todas las administraciones, de todos los partidos y de toda la ciudadanía.

Entretanto, por encargo del Ayuntamiento, un equipo multidisciplinar desarrolló el Anteproyecto de las Riberas del Ebro que se presenta en el año 2000. Quedan establecidos los criterios y las líneas directrices con las que se podrán emprender los proyectos de los diferentes tramos de ribera. Se trata de la regeneración paisajística y ambiental del tramo urbano del Ebro que comprende la protección hidráulica de toda la margen izquierda, la continuidad longitudinal y transversal de los paseos peatonales y ciclistas, la integración de los tramos urbanos adyacentes, el incremento de los usos de ocio, deporte (navegación) y cultura, así como la incorporación de nuevos frentes de edificación.

19 febrero 2010

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (3) La calidad ambiental como objetivo y motor de las transformaciones.

Cal, Pablo de la; Pellicer, Francisco (coords.), "Ríos y ciudades. Aportaciones para la recuperación de los ríos y riberas de Zaragoza", Institución Fernando el Católico, 400 p., 79 il., 23 mapas, 17x24 cm, ISBN 34-7820-606-X, 2002.


En 1993 la Universidad de Zaragoza, a iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza y con el amparo del Gobierno de Aragón, inicia una serie de estudios transdisciplinares y cursos especializados sobre Medio Ambiente Urbano. El análisis de la situación de Zaragoza pone el acento en la necesidad urgente de la recuperación de las riberas del Ebro.


Los equipos municipales de infraestructuras y urbanismo se encuentran en pleno proceso de revisión del Plan General de Ordenación Urbana abordando desafíos de gran calado conforme a la nueva escala de la ciudad y las dinámicas inéditas de desarrollo.

En 1996 el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Ingenieros de Caminos CP, la Universidad de Zaragoza, la Asociación de Ingenierías y Consultorías de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza organizan unas jornadas sobre recuperación de los ríos y riberas de la ciudad, que por la profundidad y alcance de los planteamientos y de sus conclusiones consiguieron definir el marco de actuación para los años siguientes. Sus conclusiones se publicaron por la IFC en 2002). La propuesta del parque lineal del Ebro se consolida desde entonces como la actuación de mayor calado, adquiriendo rango del principal argumento para la transformación de la ciudad.

La idea de organizar una Expo en Zaragoza como proyecto motor de la recuperación de las riberas del Ebro surge precisamente en estas jornadas, en las que Jerónimo Blasco, invitado en su condición de ex director general de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Gobierno de Aragón, propuso realizar una “Expo sobre los ríos del mundo en la margen izquierda del Ebro”. El objetivo no es otro que el de mejorar la calidad ambiental de la ciudad y procurar un proyecto capaz de actuar como motor de las intervenciones necesarias. La Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona habían demostrado en 1992 la capacidad los grandes eventos internacionales de atraer e intensificar las inversiones y poner en marcha actuaciones urbanísticas de gran calado. Una Expo en Zaragoza podía actuar de catalizador de voluntades, de atractor de recursos y de hito temporal de referencia.

En 1998 el Plan Estratégico de Zaragoza y su área de influencia contempla la propuesta para que el tramo urbano del río Ebro se considere como espacio idóneo para ampliar y modernizar el centro y situar nuevos elementos de identidad visual, de ocio y de recreo, con buena accesibilidad. También se corresponden esos objetivos con los de la segunda línea, que aborda los temas relativos a la actividad económica y medio ambiente, al pretender la "potenciación del atractivo de Zaragoza como entorno empresarial idóneo, con criterios de innovación, máxima calidad y de sostenibilidad medioambiental”.

En este caldo de cultivo había surgido una apuesta ciudadana clara, sostenida con criterios científicos y técnicos, pero debía alcanzar el terreno político y encontrar un elemento catalizador para su desarrollo.

18 febrero 2010

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (2). El caldo de cultivo de Expo Zaragoza 2008

Los rápidos cambios sociales y económicos se manifiestan el la avenida de Ranillas en los primeros años 90


La idea de celebrar Expo Zaragoza 2008 surge como estrategia y oportunidad.

El proyecto surge en una sociedad en transformación, inquieta y crítica, lucha contra el pesimismo ancestral y se reinventa planteándose nuevos desafíos para el nuevo milenio. Los rápidos desarrollos sociales y económicos de Zaragoza en los años 70 y 80 del s. XX determinaron cambios significativos en la demografía, en los modos de vida y en la estructura y funciones urbanas. En una primera fase, Zaragoza duplicó su población con las gentes de su entorno rural.

La entrada en la Unión Europea favoreció un importante crecimiento económico y la llegada de capital estimuló una nueva expansión del parque inmobiliario y fuertes inversiones en infraestructuras, equipamientos y servicios. En los últimos años de la década de los 80, con unos crecimientos demográficos mínimos, la ciudad reorganiza sus actividades relacionadas con los procesos de terciarización, un fuerte desarrollo de equipamientos y servicios, y la articulación de nuevas infraestructuras de comunicación.

A finales de los 90, la ciudad se encontraba inmersa en planes que reorganizaron su sistema de comunicaciones metropolitanas e interurbanas, especialmente con la llegada del AVE y la construcción de los cinturones. Sin incrementos significación de la población, la superficie urbanizada se duplicó. Los ensanches tradicionales asisten al vaciado y envejecimiento de su vecindario mientras acogen los usos terciarios y de servicios acordes con el nuevo rango de ciudad. La barrera del Ebro, degradada en términos ecológicos y sociales, y las grandes cicatrices ferroviarias interrumpen el tejido urbano a la vez que ofrecen oportunidades inéditas. Extensos desarrollos urbanos se proyectan hacia el sur en Valdespartera y Arcosur.

Entretanto, otros nuevos zaragozanos, nacidos esta vez en el extranjero, dan un nuevo impulso a la demografía y abren horizontes culturales inéditos en la ciudad.

Zaragoza mira y se compara con Sevilla y Barcelona, sedes de grandes eventos en el 92, con Bilbao y el Museo Guggenheim, su proyecto emblema, y con Valencia y la Cuidad de las Artes. La ciudad busca argumentos y oportunidades con los que reforzar su atractividad para desempeñar un papel significativo en el cuadrante más dinámico de la península ibérica.

En este contexto, en una sociedad necesitada de referencias que den cuerpo y ritmo a sus necesidades y deseos como ciudad contemporánea, surgen iniciativas que buscan catalizar los cambios. Zaragoza mira al futuro y busca su lugar en un mundo que vive en red, reconoce orgullosa su identidad y asume nuevos desafíos, aprovechando sus condiciones geoestratégicas para transformar lo que fue un lugar de paso en punto de encuentro internacional. Quiere convertir la prosperidad económica en oportunidad para crear nuevos espacios de intercambio y de libertad. En este contexto surgen ideas como la Exposición Internacional Zaragoza 2008 o la plataforma logística Pla-Za, se refuerzan instituciones como la Feria de Zaragoza y se emprenden operaciones integradas mediante concertaciones público-privadas que fructificarán y transformarán la ciudad en la década siguiente.

LA METAMORFOSIS DE ZARAGOZA (1)

Valen más dos imágenes que mil palabras. El encuentro de la ciudad y el río es un hecho. El lugar abandonado y degradado se ha convertido en un lugar de encuentro y representación de la ciudad.

Sólo tomando referencias del punto de partida es posible darse cuenta de cuánto y cómo se han transformado las riberas del Ebro en los tres años previos a la inauguración de la Exposición Internacional Zaragoza 2008. El corredor del Ebro en Zaragoza que tras décadas de abandono había perdido buena parte de las funciones originarias del río y estaba sometido a peligrosos procesos de deterioro ambiental, ha experimentado profundas modificaciones. Zaragoza ha optado por un proyecto de riberas integrado por una serie de intervenciones urbanísticas, paisajísticas y medioambientales, respetuosas con la condición de corredor ecológico del río, pero también con la naturaleza eminentemente cultural de las riberas en un entorno urbano y periurbano. Se parte así de una concepción unitaria entre las visiones que tratan de la “renaturalización” y la “reconstrucción” del paisaje, un conjunto de intervenciones que apuntan al encuentro entre ciudad y naturaleza.

La ciudad asiste al "redescubrimiento" del río, a la vez que asume el reto de la innovación en un terreno francamente sorprendente, vinculado indisolublemente a riesgos muy considerables. Zaragoza ha entrado felizmente en el debate internacional de las ciudades que renuevan su waterfront. De ahí la exigencia de multiplicar las ocasiones para comparar, analizar y valorar las intervenciones ya efectuadas o proyectadas. Se comienza aquí una serie de notas con el objetivo de presentar un conjunto de intervenciones recientes que ha de madurar y ajustarse a las exigencias del nuevo guión que dicta una sociedad más exigente, más crítica y más creativa. La calidad de vida y la habitabilidad de nuestra ciudade requiere este empeño.
19962008

13 febrero 2010

Los acuerdos políticos e institucionales, un legado de Expo 2008.

Hace cinco años, el 13/02/2005, JORGE ALONSO escribió sobre EL FUTURO URBANISTICO DE LA CAPITAL ARAGONESA en El Periódico de Aragón:
"Las grandes infraestructuras de la ciudad siguen pendientes por la falta de un acuerdo político Las instituciones reconocen que se debe cerrar un pacto de inmediato para llegar a la Expo"
"La Zaragoza del siglo XXI sigue parada a menos de tres años y medio de la apertura de la Expo". "Los políticos reconocen, sin dar su nombre, que es necesario alcanzar un pacto de inmediato si se pretende llegar a la cita del 2008".
Contra pronóstico de muchos se llegó. Fue un ejercicio de generosidad política e institucional sin precedentes que transformó Zaragoza.
La capacidad de llegar a acuerdos en favor del interés general de la ciudad forma parte del legado intangible de la Expo 2008. Ahora toca mantenerlo.


El Puente del Tercer Milenio es un proyecto hecho realidad gracias a los acuerdos políticos e institucionales alcanzados con motivo de Expo 2008

12 febrero 2010

"Nuestros hijos nos acusarán"

Las autoridades sanitarias nos advierten de que por primera vez desde hace muchas décadas nuestros hijos tienen una esperanza de vida inferior a la de sus padres.
La consideración de la calidad de vida y la sostenibilidad nos obliga a proyectar una mirada crítica sobre las maneras de producir y los hábitos de consumo.
La película "Nuestros hijos nos acusarán" va sobre los productos químicos en la agricultura y su relación con el aumento de cáncer y otras enfermedades en la población.
Por favor, pasarlo a vuestros contactos, es el numero de visitas lo que determinará que se estrene en las salas de cine.
Para que esta pelicula salga en los cines, es necesario que la mayor cantidad de personas mire el anuncio dentro de los 3 proximos dias

http://www.youtube.com/watch?v=h07olSK9XMM

09 febrero 2010

La ciudad como parásito del territorio

Impacto del Cuarto Cinturón sobre la huerta de Movera (Zaragoza)



Nueva escala de análisis espacial: la ciudad como parásito del territorio.


La ciudad es un parásito de los ambientes naturales y rurales y como tal no produce alimentos, ni limpia la atmósfera ni depura suficientemente el agua. Si el parásito mata a su patrón no puede vivir por mucho tiempo, pero si se desarrollan intercambios, ambos se benefician mutuamente (ODUM, 1992).

Los impactos ambientales de la ciudad manifiestan su forma más evidente en los ámbitos territoriales más urbanizados debido a su mayor densidad espacial y a la intensidad y complejidad de sus efectos sinérgicos. Pero, además, las estructuras urbanas y las infraestructuras subordinadas a la ciudad que prolongan a cientos de kilómetros los impactos urbanos y abarcan de forma directa u omisiva la práctica totalidad del territorio.

Multitud de estructuras alterantes, agresiones y ocupaciones rompen la estabilidad del espacio agrícola y los ecosistemas naturales como efecto de una planificación regional planteada, la mayoría de las veces, desde la exclusiva lógica de la ciudad.

En los espacios rurales y naturales, la red de infraestructuras viarias, hidráulicas, de telecomunicación, comerciales, etc... y los procesos sociales y económicos que llevan consigo, forman un tejido cada vez más denso y rígido que compartimenta, debilita y necrosa fragmentos progresivamente mayores de territorio, interrumpiendo los procesos naturales y las funciones rurales.

La permeabilidad física, social y económica de los enclaves urbanos e infraestructuras que reticulan y cercan espacios naturales y rurales, es muy baja o nula y, en consecuencia, suelen aportar muy poco al desarrollo de estos medios que deben soportar sus impactos.

05 febrero 2010

La planificación energética de la ciudad

El tranvía en el centro de Le Mans (Francia) libera una avenida del tráfico de vehículos

Los problemas del ambiente urbano no son exclusivamente problemas de contaminación, de edificación y de la naturaleza en la ciudad.
No es suficiente con relacionar los consumos energéticos con la contaminación atmosférica y con una utilización más eficiente de la energía en el planteamiento de nuevas construcciones.
Es necesario colocar en primer lugar la planificación energética de la ciudad.
La eficiencia energética consiste en la obtención de los mismos bienes y servicios energéticamente dependientes, pero con una aportacición de energía externa mucho menor, con la misma o mayor calidad de vida, con menos contaminación, a un precio inferior al actual, alargando la vida de los recursos y con menos conflictos.
Teniendo en cuenta este principio, la movilidad puede basarse en un sistema de transporte colectivo, eficaz y cómodo que reduce los consumos energéticos y en consecuencia los costes económicos y las emisiones de gases y partículas a la atmósfera. Por otra parte,  se libera  una buena parte del espacio público de la servidumbre del tráfico, disminuye el impacto del ruido y gana la calidad paisajística. Sistemas de transporte colectivo como el tranvía y el metro deben competir con el vehículo privado en la ciudad del mismo modo que el AVE hace en los trayectos interurbanos: procurando rapidez y comodidad.
Pero no es suficiente. La planificación energética debe tener en cuenta la localización de los espacios para satisfacer las necesidades del ciudadano en cuanto a lugar de residencia, trabajo, comercio, estudio, ocio, deporte...  procurando una densidad y complejidad funcional en el diseño urbano que permita reducir los desplazamientos y localizando los equipamientos y servicios (universidad, hospitales, áreas comerciales y de ocio, estadios deportivos...) vinculados a los ejes de mayor capacidad donde los sistemas de transporte puedan ser más eficaces.
Finalmente hay que cambiar de mentalidad respecto a lo que entendemos como calidad de vida. Por ejemplo, comprender y experimentar como, muchas veces, es más saludable, rápido y divertido desplazarse en bicicleta que en coche.

03 febrero 2010

El paisaje: el Moncayo, blanco y rosa (1).

El Moncayo (2.316 m) es el acento blanco que, seis meses al año, domina las altiplanicies de luz de Castilla y  las tierras secas del Valle del Ebro. Elementos naturales y culturales se trenzan en mil combinaciones hasta conseguir un paisaje singularmente expresivo y rico.
La sierra debido a su altitud y situación entre el mundo atlántico y mediterráneo proporciona un conjunto diverso de formas de relieve, de topoclimas y de comunidades animales y vegetales realmente únicos en una pequeña porción de terreno.
La diversidad natural se enriquece con la huella milenaria del ser humano que ha creado un patrimonio cultural excepcional: la sencilla arquitectura de los pueblos emplazados en las solanas a sotavento del cierzo, Tarazona, el Monasterio de Veruela, las redes de riego, las leyendas, las brujas, los huertos, los olivares, las viñas, los caminos, castillos, las cabañas y parideras...
A los valores ecológicos y culturales se suma la belleza de sus formas, tamaños, colores, luces, texturas y sonidos, elementos sensoriales que elevan la montaña a categoría estética de primer orden.
!Oh mole del Moncayo, blanca y rosa, allá en el cielo de Aragón, tan bella! (A. Machado)
El paisaje agrícola y forestal heredado, el patrimonio historico-artístico, las referencias literarias, los mitos y leyendas, la vida tradicional de sus gentes y sus aspiraciones de futuro son valores con las que afrontar los retos de una sociedad llamada a establecer nuevas relaciones con la naturaleza, germen de calidad de vida. El Moncayo proporciona un espacio ecológicamente saludable que, a medio plazo, puede tener un significativo valor económico y social, si se sabe aprovechar.


El paisaje es más que montaña y bosque, es también atmósfera, luz, color, frío, olor, sentimiento, evocación... vida.

02 febrero 2010

El paisaje: Monegros

Paisaje minimalista y sublime de Monegros. Laguna de la Playa.

Contemplar el territorio como paisaje significa introdu­cir una clave de comprensión, mirar al mundo desde la inteligencia y la sensibilidad, para intentar descubrir el significado de la naturaleza y el ser humano, para sentir la vitalidad del universo en el propio latido.
Dice Miguel de Unamuno que "no es sólo como alimento de estómago, y por su gea y clima y fauna y flora, como nuestra tierra nos moldea y hiere el alma, sino como visión, entrándonos por los sentidos". El estudio del paisaje como visión integrada del conocimiento con la dimensión intangible de los valores afectivos, simbólicos y de identidad, no suele ser abordado en su conjunto, a pesar de su inminente necesidad y utilidad en la planificación y ordenación del territorio. Los separados mundos de artistas y los científicos, distorsionan sectorialmente el adecuado análisis conocimien­to, imagen y vivencia humana del paisaje.
Pocos paisajes de la Península Ibérica tienen la personalidad de Monegros. El paisaje de Monegros, mucho más rico y diverso de lo que un viajero apresurado pueda suponer, tiene como clave la luz. Una luz deslumbrante, inmensa, que ciega las sombras. Y junto a la luz, un panora­ma infinito, un cielo inmenso, una tierra que se reduce a veces a un trazo minimalista horizontal. La perspectiva se pierde si no está subrayada por el punteado oscuro de las sabinas que acentúan la profundidad. El destello de las salinas, las mieses rizadas por el cierzo o el suelo desnudo de la geología tienen una eficacia estética inusual y de primer orden.
Hay que adentrarse sólo en la laguna de la Playa cuando está seca. Y caminar con la sal crujiendo bajo los pies, dejando los negros círculos vegetales atrás, pisando los craquelados groseramente hexagonales de la tierra reseca con los contornos blanco sobre negro o negro sobre blanco, depende de la humedad. Y meterse dentro y ver la estrecha franca de tierra oscura que circunda como una cinta la bandeja de sal deslumbrante. Y mirar al cielo, inmensamente azul con filamentos de nube peinados por los vientos en altura. Tú, sólo. ¡Grandioso!
Pero hay otra escala para aproximarse al paisaje, la del ser humano de estas tierras que con poco más que sus manos ha creado un espacio para vivir. Sus huellas tienen la senci­llez sublime de la supervivencia.
Una huella humilde y mineral se encuentra en los muretes de piedra junto a las cabañeras para protegerse del viento, en las cabañas con bóveda falsa de piedra seca, en los montones de piedras en los linderos de los campos, porque aquí las piedras crecen y tienen que sacarse de los suelos de labor, en los muros de las casetas y corrales con losas de costra o mallacán en disposición espigada. Son minúsculos monumentos levantados a la vida dura y al hambre. Son la verdad de la vida en otros tiempos.
Hay otros monumentos, más significativos si cabe, regulados y mantenidos con religioso respeto hasta hace cuatro días. Son los monumentos al agua. Los pequeños pozos sin más infraestructura que unas filas de piedras cerrando un círculo interrumpido por un portillo por el que entrará el agua recogida por un surco labrado en la ladera, si llueve, y una pila labrada en una piedra más grande que servirá de abrevadero. Las balsas hermosas y casi sagradas como la Balsa Nueva de Candasnos con sillares cuidadosa­mente tallados para el abastecimiento humano. Las balsas abiertas, grandes y redondas para el ganado y las mulas. Las sucesivas limpias dejaron como testimonio los turrumperos, acumulaciones arcillosas con forma de caballón anular en torno a los pozos y balsas.
Agüeras, fregenales, cañadas, corrales, casetas, cabañas, caminos, balsas, topónimos, reglamentos,... un universo mínimo, la verdad de milenios de esfuerzos para vivir donde muchos sabios y poderosos caerían muertos de hambre y de sed.
Quizás estos valores no sean unánimemente celebra­dos, pero su fuerza está ahí, esperando como el arpa dormida la mano de plata. El espectador que deguste algo más que los modelos dominantes en clave verde y agreste, podrá vibrar, como muchos ya lo hacen, ante el impresionante y sencillo paisaje monegrino.
De este modo el paisaje, como elemento estético y expresión de una armónica relación de elementos naturales y culturales, se convierte en una variable de importancia considerable en el estudio del territorio, considerada como un recurso y como un bien patrimonial que es preciso usar y gestionar adecuadamente.
A pesar de su apariencia dura, el paisaje de Monegros es extremadamente frágil y especialmente por su gran amplitud panorámica en la que cualquier interferencia visual llama poderosamente la atención del espectador. Las trazas de los flujos naturales son sutiles hasta el extremo y requie­ren conocimiento y sensibilidad para mantenerlas. Las obras humanas son tan sencillas que escapan de los inventarios de patrimonio. Los viajeros van tan rápidos, tan encerrados en sus cofres metálicos con aire acondicionado, que para ellos el paisaje muere. Y lo matan, porque el paisaje sólo es tal cuando los ojos lo miran y el corazón se enamora de su verdad. Monegros es luz y verdad.

2. El paisaje: la caída del burro.

Jueves 23 de noviembre de 1975. El autobús espera para salir de excursión con los alumnos de segundo de Geografía e Historia al pie de la escalinata de la Facultad de Filosofía y Letras. Yo estoy allí porque quiero estudiar Historia del Arte y no me queda otro remedio que estudiar Geografía de España.

Dirige la excursión una profesora, Mª Jesús Ibáñez, muy seria y profesional. Nada más entrar en el autobús le ofrezco la bota de vino en un claro desafío. La tuteo:

-Toma, ¿quieres?

-¿De dónde es el vino? –me responde con calma-

-De Borja

-Qué bien, me gusta!. Pero es un poco pronto para tomarlo solo, ¿llevas algo de almuerzo?

-Sí, tortilla de patata. La hago yo, está muy buena.

-Trae!

La buena María Jesús tiene buen apetito y come un buen trozo. Luego prueba el vino.

-Humh! Muy bueno.

(Antes de arrancar, uno a cero a favor de la profesora)

Arranca el autobús y tomamos la carretera de Huesca, luego hacia Ayerbe. Los Mallos de Riglos me impresionan pero no entiendo muy bien lo de los pliegues y mantos de las sierras exteriores y su relación con tan impresionantes puros.

Nueva parada en Bailo. La profesora dibuja a la perfección el perfil de San Juan de la Peña. Sigo muy atento la explicación.

-¿Ves, Pellicer?

-Si, el perfil está clavado!

-Mira….

La profesora dibuja ahora detalles menores de la montaña. Los pequeños trazos dibujan un arco. ¡lo veo, lo veo!.

-¿qué es esto, Pellicer?

-¿Un…, un sinclinal colgado?

-¡Eso es!

-Uauhhh!!!!!!!!

Descubrí que había una razón en el paisaje. Es más, que yo era capaz de descubrirla.

Comimos en la estación de Canfranc, hacía mucho frío y llovía. La profesora y yo compartimos la comida. Me hacía un lío con el tú y el usted. Entonces no era frecuente tutear a los profesores.

De regreso y en medio de la ventisca, unos pocos acompañamos a Mª Jesús a ver las morrenas de Castiello en la trinchera del ferrocarril.

Se hizo de noche y el autobús rodaba lentamente por el puerto de Sta Bárbara. Yo iba de un excelente humor. Cantamos y reímos hasta Zaragoza.
                                                                                         
Un personaje de Tarso, perseguidor de cristianos, se cayó un día del caballo y se convirtió en San Pablo. Yo, modestamente, me caí aquel día del burro… dejé de sufrir con el estudio y empecé a disfrutar del descubrimiento. Decidí dedicarme a descubrir los secretos de los paisajes leyendo en la epidermis de la Tierra. Comencé a estudiar apasionadamente, mis notas mejoraron sensiblemente.

Mª Jesús Ibáñez dirigió mi tesis doctoral sobre geomorfología del Moncayo.

Hace unos días conté esta historia a Irene, dibujando en un cartón el sinclinal colgado de San Juan de la Peña.



Bajo la apariencia caprichosa del paisaje se esconden, en secreto para quien no sabe mirar, las razones de su fisonomía, estructura y dinamismo.

01 febrero 2010

Principios ecológicos para Zaragoza. y 10. Complejidad y continuidad. Más ciudad y menos coches.

 Conseguir un espacio urbano en el que la calidad y complejidad sean compatibles con una mayor austeridad en el consumo de espacio, infraestructuras y energía.
Especialmente en los cascos consolidados y en aquellas zonas en las que la estructura urbana no puede soportar altas densidades de tráfico, deben establecerse de medidas disuasorias del tráfico rodado, fomentarse el transporte público y procurar la integración de funciones.
Las líneas prioritarias de este principio podrían formularse como:
- Mantenimiento de unos niveles de densidad residencial conforme al modelo del espacio plurifuncional clásico que permite los desplazamientos a pie y en bicicleta e incrementa la eficacia de los transportes públicos. Mezcla de usos residenciales y usos productivos compatibles; colegios, comercios y espacios recreativos y deportivos próximos; plazas y lugares de encuentro en espacios,abiertos, libres y gratuitos.
- Continuidad del espacio urbano en el que se atenúen las discontinuidades que suponen las grandes barreras de carácter viario. Por ejemplo convirtiendo la Z-30 o Tercer Cinturón en un bulevard urbano en la Orla Este.
- Complejidad morfológica, estructural y funcional que facilite la integración social de la población residente, evitando las barreras económicas, étnicas, sociológicas,... Por ejemplo, procurando una mezcla equilibrada de vivienda libre y VPA en los nuevos espacios urbanos que cosen los barrios de Picarral, Vadorrey, Las Fuentes y San José.
- Articulación del espacio evitando la tendencia a la formación de grandes subcentros urbanos especializados y alejados entre sí -residencia, trabajo, áreas comerciales, servicios sanitarios- en los que los transportes públicos resultan ineficaces o muy costosos, primando indirectamente el uso del automóvil privado. Paralelamente, será necesaria la introducción de medidas de disuasión, e incluso de restricción, al tráfico rodado en los centros y subcentros urbanos.

Vadorrey, el Ebro, el Gállego y las Fuentes. Un escenario donde proyectar con lo mejor de nuestra tradición de ciudad compacta mediterránea.

Con este principio nº 10 termino la serie dedicada a los Principìos ecológicos para la ciudad de Zaragoza.
Inicié el enunciado de estos principios con el objeto de contribuir al debate y reflexión sobre el modelo de desarrollo de la ciudad y  en particular sobre los proyectos que afectan a la Orla Este. He tratado
de encontrar lo más valioso de nuestras tradiciones cívicas, a la vez que evitar el despilfarro de recursos físico-ambientales que comenzamos a reconocer como limitados.
Recibiré con agrado las sugerencias y críticas a cada uno de estos principios sobre los que trabajo desde hace años. Gracias a ellas, sigo aprendiendo cada día.