10 mayo 2011

No quiero ser indiferente.

Tanta mentira y tanta sinrazón invitan a la indiferencia, a pasar de tanta basura mediática, a no creer en principios por prostituidos, a no fiarse de líderes políticos...  Nos quieren así, sometidos al Totalitarismo de la Indiferencia.
La calidad democrática requiere análisis crítico de la realidad, principios coherentes y firmes, imaginación para crear nuevos escenarios de vida, flexibilidad para hacerlo con el otro, en corresponsabilidad, y en un futuro definido por comportamientos caóticos.
Para empezar no creeré a los políticos perversos que solo se dedican a destruir y desacreditar al adversario y que lanzan mensajes viscerales y analfabetos conscientes de que la incultura les da votos... No quiero ser indiferente.

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