28 diciembre 2011

Huertos urbanos de alquiler


Cada vez más personas se animan a cultivar sus propios
vegetales en pequeños huertos de alquiler cercanos a las
ciudades. Cultivar y saborear nuestras propias verduras y hortalizas por unos 40 euros al mes sin alejarse de la ciudad. Diversas empresas en toda España han puesto en marcha huertos urbanos de alquiler que incluyen todo lo necesario, desde el sistema de riego hasta los cursos de formación, para facilitar esta tarea. Además de aumentar el consumo de estos productos sanos, sus usuarios aprenden a valorar más su entorno natural y realizan un ocio saludable.
En España varias empresas ofrecen huertos urbanos de alquiler. En Madrid, entre Móstoles y Alcorcón, "Los Huertos" dispone de 25.000 metros cuadrados de parcelas de varios tamaños, e incluso con la opción de tener gallinas ponedoras. En la también localidad madrileña de Tres Cantos, la Asociación de Hortelanos Tricantinos está formada por varios socios que cultivan su propio huerto de 40 metros cuadrados.
En Gavá, a diez kilómetros de Barcelona, "Huertos de Ocio" ofrece un servicio completo similar para simplificar las tareas y fomentar una forma de ocio familiar que permita el autoconsumo de frutas, verduras y hortalizas.
En Vitoria los huertos se integran como un elemento significativo en el Anillo Verde.
En Zaragoza hay varias iniciativas en marcha, unas públicas (Casetas) y otras privadas (Almozara, Las Fuentes). El Ayuntamiento prepara nuevos huertos en Parque Goya y estudia nuevos emplazamientos en diversos descampados sobre suelo público en colaboración con empresas privadas adjudicatarias.
Los usuarios de los huertos aumentan el consumo de estos productos saludables en su punto óptimo de madurez, que se generan de forma local, sin necesidad de grandes inversiones ni largos transportes. Se recupera el contacto con el entorno natural y el mundo rural. Al cultivar sus propios productos, los ciudadanos aprecian más el medio ambiente. Además, son una forma divertida y
ecológica de ocio para toda la familia. Los niños aprenden valores educativos y ambientales, como la constancia, la paciencia, el cuidado de la naturaleza, etc.
Suponen una forma de generar "empleo verde", de mejorar el paisaje urbano y de recuperar terrenos sin aprovechar.
Sin embargo, también tienen algunos inconvenientes. Si su implantación se realiza de forma caótica, sin los permisos necesarios, puede suponer una alteración del entorno natural, del paisaje y del sistema agrario tradicional, así como riesgos para la salud por tratamiento inadecuado de los fitosanitarios o inseguridad y hurtos. En consecuencia, los proyectos y el funcionamiento de huertos urbanos deben regularse para evitar problemas ambientales, paisajísticos y de inseguridad social y alimentaria.

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