De camino, miro desde la margen derecha el soto natural conservado en el Parque del Agua. En los álamos blanqueados duermen los cormoranes. Las garzas pescan en la orilla al abrigo del cierzo.
Al fondo el soto natural de la orilla recortado por la mota dedefensa. A su abrigo corre un grupo de ciclistas. El paisaje abierto y calmado invita a la contemplacióny relaja el ánimo.
Sobre el telón de fondo de los sotos se dibujan las torres del parque de aventura donde mejor disipan los excedentes de energía los sobrinos. Las láminas de agua y los juncos son la casa de los cisnes.
Una tarea familiar: dar de comer a los patos y cisnes.
Paisaje de palmeras encuadran a la Torre del Agua.
Los bambues ponen el acento vertical en el paisaje.
El tiempo no acompaña para el disfrute de las barcas aunque el establecimimento que las atiende permanece abierto durante los fines de semana. "Hay que dar buen servicio" me dicen mientras me sirven un cortado calentíto.
Cuando haga menos frío conquistaré aquel castillo con los sobrinos.
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