04 septiembre 2010

El cultivo de las orquídeas, mucho más que flores

En una competición de belleza, las orquídeas acaparan siempre los puestos más destacados. La variedad de sus formas, colores, tamaños, texturas... es inmensa. Las hay salvajes y preciosas en los bosques y praderas atlánticos y mediterráneos, generalmente de pequeño tamaño y, a veces, imitando en su fisonomía a los insectos para facilitar su polinización. Pero donde alcanzan todo su esplendor es en las regiones tropicales, húmedas y cálidas.
En Tailandia se cultivan en grandes invernaderos para su exportación a todo el mundo. El proceso, largo y laborioso, se inicia a partir de esquejes en una especie de botellas, luego pasan meses creciendo y es preciso realizar varios trasplantes y podas, al final... las flores!!
Exige el trabajo de numerosos especialistas: la selección genética, la búsqueda de nuevas variedades, el estudio de la climatización más adecuada, la construcción de los invernaderos y envases para su exportación, la logística y distribución... y, por supuesto, mucha mano de obra experta en los cuidados necesarios. En consecuencia, la trascendencia económica y social de este cultivo es extraordinaria. Las antiguas plantaciones de opio controladas por mafias están siendo sustituidas por esta actividad digna y provechosa.


Las imágenes muestran algunas fases del cultivo de orquídeas en un invernadero de Tailandia.

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