Salvajes en la ciudad

Zaragoza se encuentra en el contacto entre un medio húmedo fluvial y un medio estepario, donde las plantas son muy resistentes, aromáticas muchas de ellas y muy hermosas, aunque no coincidan con los modelos estéticos impuestos por una moda absurda que uniformiza todas ciudades. La relación de las plantas y el agua es muy estrecha y permite establecer gradientes desde los ambientes más secos a las plantas acuáticas como puede apreciarse en el Parque del Agua.


Estos días la naturaleza nos obsequia con una eclosión de color en los bordes de los caminos, aceras, muros, solares... Malvas, amapolas, margaritas, avenas locas, moricandias, dientes de león y otras muchas especies forman un tapiz multicolor espontáneo, precioso y gratuito. Lástima que estas salvajes no entiendan nuestras apetencias y sean tan fugaces.

Los seres humanos, inteligentes, podemos jugar con esta naturaleza aparentemente desordenada y componer hermosos jardines. Así, incorporando al espacio sin cultivar gauras y perovskias, por ejemplo, se puede conseguir una matriz floral de mayor duración sobre la que se refleja la dinámica natural de las diversas especies y sus múltiples colores. El coste es mínimo, son plantas perfectamente adaptadas al medio en que crecen. Si a ello añadimos tomillos, romeros, sisallos, ononis y espliegos, además de inundar de color la mirada, perfumaremos los paseos de la tarde de los zaragozanos.

En Expo Paisajes 2014 vamos a estimular la integración de los espacios urbanos en los paisajes circundantes más naturalizados y la introducción de la naturaleza en la ciudad. Los espacios verdes pueden ser el reflejo de la región específica en la que se encuentran.

 

Mi amigo Noguerales dice que ando muy lírico últimamente.

Quién se resiste a semejante inundación de color!