01 febrero 2010

Principios ecológicos para Zaragoza. y 10. Complejidad y continuidad. Más ciudad y menos coches.

 Conseguir un espacio urbano en el que la calidad y complejidad sean compatibles con una mayor austeridad en el consumo de espacio, infraestructuras y energía.
Especialmente en los cascos consolidados y en aquellas zonas en las que la estructura urbana no puede soportar altas densidades de tráfico, deben establecerse de medidas disuasorias del tráfico rodado, fomentarse el transporte público y procurar la integración de funciones.
Las líneas prioritarias de este principio podrían formularse como:
- Mantenimiento de unos niveles de densidad residencial conforme al modelo del espacio plurifuncional clásico que permite los desplazamientos a pie y en bicicleta e incrementa la eficacia de los transportes públicos. Mezcla de usos residenciales y usos productivos compatibles; colegios, comercios y espacios recreativos y deportivos próximos; plazas y lugares de encuentro en espacios,abiertos, libres y gratuitos.
- Continuidad del espacio urbano en el que se atenúen las discontinuidades que suponen las grandes barreras de carácter viario. Por ejemplo convirtiendo la Z-30 o Tercer Cinturón en un bulevard urbano en la Orla Este.
- Complejidad morfológica, estructural y funcional que facilite la integración social de la población residente, evitando las barreras económicas, étnicas, sociológicas,... Por ejemplo, procurando una mezcla equilibrada de vivienda libre y VPA en los nuevos espacios urbanos que cosen los barrios de Picarral, Vadorrey, Las Fuentes y San José.
- Articulación del espacio evitando la tendencia a la formación de grandes subcentros urbanos especializados y alejados entre sí -residencia, trabajo, áreas comerciales, servicios sanitarios- en los que los transportes públicos resultan ineficaces o muy costosos, primando indirectamente el uso del automóvil privado. Paralelamente, será necesaria la introducción de medidas de disuasión, e incluso de restricción, al tráfico rodado en los centros y subcentros urbanos.

Vadorrey, el Ebro, el Gállego y las Fuentes. Un escenario donde proyectar con lo mejor de nuestra tradición de ciudad compacta mediterránea.

Con este principio nº 10 termino la serie dedicada a los Principìos ecológicos para la ciudad de Zaragoza.
Inicié el enunciado de estos principios con el objeto de contribuir al debate y reflexión sobre el modelo de desarrollo de la ciudad y  en particular sobre los proyectos que afectan a la Orla Este. He tratado
de encontrar lo más valioso de nuestras tradiciones cívicas, a la vez que evitar el despilfarro de recursos físico-ambientales que comenzamos a reconocer como limitados.
Recibiré con agrado las sugerencias y críticas a cada uno de estos principios sobre los que trabajo desde hace años. Gracias a ellas, sigo aprendiendo cada día.

1 comentario:

  1. Zaragoza es mi ciudad desde hace años y aunque haya tenido que ir a vivir a 20 km sigue siéndolo. No la he abandonado por gusto sino por no participar en la locura de comprar m2 de vivienda a un precio desorbitado e inasumible. No me despego de Zaragoza así que el coche es como el bolso, muy a mi pesar lo llevo siempre encima. Para todos aquellos que volvemos todos los días a nuestra ciudad, por trabajo, amigos, familia, ocio, etc. y no tenemos medios de transporte público en condiciones, solicito zonas de aparcamiento en los accesos a Zaragoza bien comunicadas con la red de transporte público de la ciudad. Es lo único que puede "disuadirme" de circular por Zaragoza con el coche casi a diario, a mí y a unos cuantos cientos de zaragozanos que viven "en las afueras".

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