06 enero 2010

El Moncayo desde Zaragoza (La Almozara), un símbolo en el horizonte. 6/12/09


Foto: F. Pellicer


La mole inmensa y aislada del Moncayo emerge en el horizonte invernal por donde se esconde el sol. Na cía su sombra, crecí (poco) viendo sus nieves, ascendí sus cumbres desde Tarazona, descubrí sus intrincados secretos geológicos y geográficos haciendo la tesina y la tesis doctoral, lo pinté, lo describí como piedra envuelta de sol y brumas, lugar privilegiado de biodiversidad y espacio mágico. Me encanta el Moncayo y os quiero un montón, gentes del Moncayo. Sois los míos.

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